Final

Deja darte mi amor, amor va en ruego y con la muerte a cuestas.

Anda, deja que si la madre vida se le aleja la busque a tientas como niño ciego.

En agonía la pasión sin fuego sólo le queda una memoria vieja, callado grito, dolorida queja.

Aquí me tienes.

Mira: a ti me entrego todo atado y de todo desatado, vestido en desnudez y sin orgullo.

Huérfano de mí mismo, ya he borrado mi nombre de la tierra.

Aquí concluyo. Herido el corazón de lado a lado quiero dormir bajo la paz del tuyo.

Daniel Ulibarri

Amante del humo, la gasolina, los químicos y preservantes. Quienes abriguen escrúpulos de moralina, se encierren en sus 'tiquismiquis' de conciencia y provincialismos santurrones, favor dejen de lado estos renglones ahora mismo.

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