Almas
Tras sobrevivir a la noche de la retórica y la infancia, me quedo con la imagen de los tres: madre, hermana e hija, una idea de progresión.
Una idea abandonada a diferentes distancias.
El sueño era la historia de otra forma de vivir.
A medida que los personajes asumían posturas incontroladas,
ahí estabas entre ellas, sabiendo lo que querías.
¿Y si la noche es un libro que debés soñar?
La pesadilla de otra persona una y otra vez, cada palabra una jeringa.
El trabajo es despertar, las partes disminuidas.
¿De quién es la cara en la ventana tras la sábana blanca de ojos cortados sostenido recuerdos de alguien que te sonrió así, hace mucho tiempo…