Sueño
Este sueño recurrente después de los letargos de la lectura obligada, son libros que parecen póstumos: palabras que otro podría haber leído.
Este cuerpo no es mío, pero me lleva de viaje cuando se mueve. Allí, solo soy el fantasma que comienza la obra, asistente de mi espectáculo.
En el sueño siempre soy póstumo, el único sobreviviente de mí mismo.
Invisible como siempre, una puerta como siempre, con el miedo de que nada llegue a su fin.