Peregrino
Peregrino, hombre de rostro marcado y hermoso.
El bastón y la alforja no son para ti, peregrino gentil.
Por tu gracia, deja tu búsqueda y quédate conmigo.
El amor te servirá, la alegría te bendecirá:
Fuiste hecho para la ternura.
Pero el mundo verde de Dios no es ni hermoso ni dulce;
No está en el mar y ni en las playas del Este.
Pero sí donde el amigo y el amante se reunen,
Ahí se encuentra el camino a la Santa Tierra, peregrino.
Perdóname y presta atención:
Hombres de antaño tomaron sagrados caminos,
lo hicieron por la por la fama de las historias repetidas.
Sacerdotes con sandalias y caballeros en sillas,
han volado en el dolor y el odio,
acosados por fuertes demonios,
buscando expiar sus crímenes.
Por favor, Peregrino, no te vayas de aquí;
Despeja tu frente, y blanquea tu mano,
¿Qué ganas ensañándote con la penitencia?
¿Por qué no te quedas vibrando tu ritmo con el mío?