La noche

El calor hace que este hombre duerma con la ventana abierta.

La noche es tibia, pero no es callada. Se escucha, cerca y lejos, su rumor. Cerca, los grillos cantan con ritmo de metrónomo. Lejos, el tren da su silbato al aire y la nostalgia.

Un perro ladra en la distancia. (Para que la noche sea verdaderamente noche, un perro debe ladrar en la distancia).

Vendrá la mañana, y el ruido hará que ya no se oiga el ruido.

Pero ahora, en la noche, el silencio habla en la canción del grillo, en el silbato de la locomotora, en el perro que ladra en la distancia...

El hombre siente una vaga inquietud: la de las cosas que se van; la de las cosas que se quedan. Él mismo es parte de la noche. Él mismo es cosa que al parecer se queda, pero que ya se va.

Daniel Ulibarri

Amante del humo, la gasolina, los químicos y preservantes. Quienes abriguen escrúpulos de moralina, se encierren en sus 'tiquismiquis' de conciencia y provincialismos santurrones, favor dejen de lado estos renglones ahora mismo.

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