Cautivo de nada

¿Y ese afán por negarte y resistirme? 
¿Y ese volverte sordo a mi llamado? 
¿Y ese fingirte muerto y sepultado? 
¿Y ese clavar tu puerta por no abrirme?

¿Y ese tu vano empeño por huirme,
siendo yo cruz y tú crucificado? 
¿Y ese quererme huir, desatentado,
cuando eres preso y yo la cárcel firme?

¿Cómo podrás echarme de tu lado
si yo soy la corona de tus sienes
y la llaga que rompe tu costado?

Sé mi cautivo, pues. Te he derrotado... 
Señor: te tengo no porque me tienes. 
Porque te busco, Dios, no te he encontrado.

Daniel Ulibarri

Amante del humo, la gasolina, los químicos y preservantes. Quienes abriguen escrúpulos de moralina, se encierren en sus 'tiquismiquis' de conciencia y provincialismos santurrones, favor dejen de lado estos renglones ahora mismo.

https://danulitio.com
Anterior
Anterior

Cielo y suelo

Siguiente
Siguiente

Reloj