Canción de cuna
En esas noches en las que no podía dormir,
mi madre me cantaba la misma canción de cuna:
la de un chico que quería volar al cielo,
todos los días, subiendo…
Desde la torre en la que vivía,
alimentaba a las palomas azules volando.
Y veía un cielo llorar sin plumas,
todos los días, bajando…
A veces pienso en qué fue de él,
sin alas, al terminar la canción:
en otro mundo y en otra vida
donde la música espera ser cantada.