
Violeta
¡Pobres matas a las que el frío mata!
Mueren los claveles con aroma a clavo y mueren los geranios con aromas de clavel. Muere la eterna rosa y muere la pequeña planta llamada amor de un rato.
El olvido se lleva al nomeolvides.
Los pensamientos se marchitan igual que antiguos versos que nadie dice ya.
Sólo pervive la violeta, flor de invierno.
Oculta entre sus hojas pasa inadvertida, y el cierzo no la encuentra.
Pero si vas por los arriates del jardín su perfume te llega como si junto a vos pasara una turista recatada y tímida.
Yo amo a esta flor color violeta, la violeta.
Era la flor preferida de alguien.
En su memoria tengo un ramito de violetas artificiales que se ven bastante naturales.
Las miro y vuelvo a oír la voz de quien se fue y que me habla de su niñez, de una villa en cuyos huertos hay tantas violetas que su aroma llegan a un kilómetro de distancia.
Las violetas, flor de invierno, me traen esos recuerdos.
Y para los recuerdos no hay invierno.
Solo el cielo.
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más


Entradas Relacionadas

El incrédulo
septiembre 8, 2020
Nuestros árboles
marzo 28, 2022