
Soneto de gracias
Gracias, Universo, por todas mis mañanas
hechas de luz, y pájaros, y viento.
Por la estrella sin número y sin dueño
que hiciste porque yo la contemplara.
Por la soltura azul de las madrugadas,
y por la frente blanca de los cielos,
y por el sueño con que a veces sueño,
y por mi cuerpo gracias, y por mi alma.
Mucho me has dado a mí, que soy tan poco.
Hasta te diste vos, nieve en el lodo.
¿Qué para vos, cursor, no dejás nada?
Gracias, pues, por mi mundo, niño y loco.
Y gracias por mi vida. Y sobre todo, gracias
porque he aprendido a decir: Gracias.
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más


Entradas Relacionadas

Leyendas
octubre 26, 2020
Raincheck
abril 8, 2018