La palabra está esperando ser dicha
y nadie la dijo.
Hablamos del clima.
Mientras nuestros ojos intentan callar a los que se han ido.
Casi había olvidado si había necesidad
de algo más serio que las plumas del pájaro
en la banalidad de nuestra charla.
Porque nuestros ojos estaban escuchando
la menor señal de una boca doblada por la ira
como un ala por dentro buscando una sonrisa
entendemos que la verdad es complicada,
y así decimos nada…
por los que hemos perdido.