santa diabla, reaccionaria.
no sos especial por estar tan enojada.
mala saña, tantas mañas.
tuya es la culpa de una ambición en llamas…
quemaste aviones, puentes, brujas y el pasado del que no hablas.
te entierras en el enojo; paranoia de espejos rotos…
tu reflejo es falso, experiencia en vano: arrugada y amargada,
la vieja niña más malcriada.
qué peligro que seás tan viajada, porque estás estancada.
tus mejores años escaparon agotados, como falsas causas y tus ‘sociales’ batallas
puras fachadas…. casi cual fueses totalmente inventada.
qué tirada. yo te respetaba hasta que me enseñaste tu verdadera cara: ni santa, ni diabla.
sos simplemente absolutamente nada.