
La muerte otorga
Como una lengua tonta que habla con elocuencia, escuché una voz amortiguada decir que la muerte otorga a través de la oscuridad.
Mis ojos se clavaron como garras en las nubes, esos giros de plumas que mantienen separados al sol abrasador del intelecto que ahora brilla ferozmente.
En los corrales de ovejas entierro mi cara para que me trague la tierra porque el camino al cielo escucha solamente a los corderos.
Una sinapsis de fuego y meteoros, el fibrilar latido del corazón y mis células crujen y mi cerebro comienza a arder.
Mi propio nacimiento desastroso, el ombligo estrangulador es el látigo alrededor de mi cuello.
Morir me reveló mi nacimiento, logré ver cómo la mitad de mi cerebro se oscureció a través de los años como una vela, un remate desconcertante.
Empujé mi dolor como un escupitajo de mis entrañas a mi cerebro…
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más

