
Fuerzas indiferentes
Nos paramos junto a un estanque ese día de invierno,
Y el sol se puso blanco, como reprendido por Dios,
Y algunas hojas yacían sobre el césped hambriento;
– Habían caído de una ceniza, y eran grises.
Tus ojos en mí eran como ojos que vagan sobre tediosos acertijos de hace años;
Algunas palabras jugaron entre nosotros de un lado a otro sobre lo que más perdíamos por nuestro amor.
La sonrisa en tu boca fue la primer muerte…
suficientemente viva como para tener la fuerza necesaria para morir;
Y una sonrisa de amargura barrió así como un pájaro siniestro…
Desde entonces, agudas lecciones que el amor engaña,y se retuerce con mal, me han dado forma
Tu rostro, y el Dios maldito sol, y un árbol,
Y un estanque bordeado de hojas grisáceas.
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más


Entradas Relacionadas

Hermana
octubre 7, 2020
Mi canción
diciembre 24, 2021