
Hijos de Dios
El 26 de mayo, Costa Rica legalizó el matrimonio igualitario. En un momento en el que tantas democracias viven asaltos conservadores, el logro de Costa Rica fue excepcional.
Lo que ocurrió en nuestro país es el tipo de victoria de los derechos civiles que se puede esperar cuando se adopta un modelo de gobierno que fusiona la inclusión social con instituciones liberales y rechaza el populismo en favor del Estado de derecho.
El matrimonio igualitario se ha convertido en un estándar en muchas democracias ricas, pero sigue siendo poco común en casi todo el mundo. Hay una razón para ello.
La oposición al matrimonio igualitario tiende a ser extensa y virulenta, al menos al inicio.
Quizás por eso, mucha polémica suscitaron las recientes palabras del Papa Francisco acerca de las uniones civiles entre personas homosexuales.
No voy a añadir mi interpretación a las muchas que se dieron a esa declaración papal, pero pienso que en relación con ella se debe tomar en cuenta el espíritu con que se dijo, espíritu de comprensión, de amor.
Yo pienso que los homosexuales deben tener los mismos derechos que los heterosexuales.
Cualquier limitación que a eso se imponga será una forma irracional, injusta y anacrónica, de discriminación.
Esto que digo lo aplico lo mismo al Estado que a la Iglesia.
Los homosexuales son hijos de Dios y la Iglesia debe darles el mismo trato que da a todos los hijos de Dios.
Cualquier limitación que a eso se imponga será una falta grave de caridad y un alejamiento del amor que Cristo predicó.
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más


Entradas Relacionadas

Nosotros, los miedos
julio 16, 2021
Los siete pecados capitales
octubre 11, 2021