
Ella
Ella irrumpió en el mundo, con el temple de guerrera
tomó la mirada de cada árbol y sus frutos.
Ella ahuecó su mano paciente en busca de atributos.
Estaba radiante, cautiva de la torre más lejana
Y derramó su honor en los campos de la guerra.
Caminaba por su jardín a la hora de la tarde, sombra como una puerta oscura.
Cruzó los mares por todos los barcos hacia el oeste
El ser más fiel a la luna en un eclipse.
Diosa de los sueños de los hombres
Ella, templo, valle, proa, gacela, máquina…
Más nombrada y anhelada que la estrella de la mañana
Encantadora en todas las formas, en todo lo invisible
Desea la decadencia y trae la última era
Florece en las ruinas de nuestra voluntad.
Ella cubre las piedras rotas
Da luz al viento, al agua, la luz y electricidad
Vestida con deseo, las gracias del Edén la encendieron
El fuego de ella no es su vientre; son esos ojos de fuego.

