
El piso
El piso de la casa está hecho de barro, como yo.
Su color es rojo tenue, con matices anaranjados y amarillos. Tiene un siglo, o más, de edad. Ya estaba ahí antes de que nosotros estuviéramos.
Lo conozco muy bien, pues lo he mirado desde niño. Puedo decirte dónde está el ladrillo en que grabó su pata un perro, y el otro en que pisó una gallina. Por esas huellas, la gallina y el perro tienen una prueba de inmortalidad que yo nunca tendré.
Guarda este piso el paso de las amadas sombras. Recibe ahora el ingrávido andar de los pequeños. Creo que los ladrillos ni siquiera saben que las leves criaturas van sobre ellos.
El piso de la casa está hecho de barro, como yo.
Por eso es eterno. Como yo.
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