El filósofo le dijo al hombre:
-Tenés un libro. ¿Podés prescindir de él?
Respondió el hombre:
–Sí.
–Tenés un cuaderno. ¿Podés prescindir de él?
–Sí.
–Tenés un lápiz. ¿Podés prescindir de él?
–Sí.
–Tenés una gorra. ¿Podés prescindir de ella?
–Sí.
-Tenés un anillo de oro con un fino brillante. ¿Podés prescindir de él?