Las estrellas sagradas cubren
un cielo nocturno, cada luz
nos recuerda el valor de la vida.
Tu recuerdo vive a lo largo
de la Vía Láctea, cada centelleo
diciendo “no olvidés mi nombre”.
Es una epidemia,
una enfermedad de la tierra,
una guerra en la que entramos
tan pronto como nacemos.
Mujeres indígenas, niñas,
¿cuándo empezaron a desaparecer
sus espíritus en este mundo?