El sabio
Aquel hombre sabio oyó la palabra "pobreza". Se sonrió con desdén.
Oyó la palabra "enfermedad". Se mantuvo tranquilo.
Escuchó la palabra "sufrimiento". Y siguió sereno, sin dar ninguna muestra de temor.
Pero luego oyó pronunciar otra palabra. Esa palabra era "soledad".
Y entonces el hombre sabio se echó a temblar.