
Cuando somos niños
La vida es corta, aunque se nos oculta cuando somos niños.
La vida es corta y he acortado la mía de mil maneras
deliciosas y desacertadas, mil formas
deliciosamente desaconsejadas.
El mundo es al menos cincuenta por ciento terrible,
y eso es una estimación conservadora,
aunque se nos oculta cuando somos niños.
Como por cada pájaro que vuela,
se arroja una piedra a otro pájaro.
Como por cada niño amado,
hay un niño roto, embolsado
y hundido en un lago.
La vida es corta y el mundo
es al menos la mitad de terrible,
y por cada extraño generoso y noble,
hay uno más que te matará.
Aunque nos ocultan eso cuando somos niños,
porque no es así como nos venden al mundo:
nuestros padres cual agentes de bienes raíces,
nos guían a través de un verdadero mierdero,
y hacen comentarios sobre el espacio, el potencial
y sus “buenos huesos”.
Lo triste es que hoy podríamos hacer que este lugar
fuera hermoso si todavía en verdad fuéramos niños,
si por cada omisión de tragedia y peligro
nuestros corazones no se hubiesen podrido.
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más


Entradas Relacionadas

El Panal
marzo 14, 2022
Polvos
noviembre 2, 2021