
Coso
Me siento y coso, una tarea que parece inútil, mis manos se cansaron, mi cabeza se llenó de sueños.
Un reguero de la guerra, la marcha marcial de los hombres, rostros sombríos, ojos severos mirando más allá de lo que conocen.
De las almas menores, cuyos ojos no han visto la muerte, ni aprendieron a sostener sus vidas más que como un soplo.
Pero… debo sentarme y coser.
Me siento y coso—mi corazón duele de deseo— ese desfile terrible, fuego vertiendo ferozmente en campos baldíos y cosas grotescas que se retuercen.
Una vez hombre.
Mi alma se arroja en penas apelando gritos, anhelando solo ir allí, a ese holocausto del infierno, esos campos de aflicción.
Pero… debo sentarme y coser.
La pequeña costura inútil, el remiendo ocioso…
¿Por qué sueño yo aquí bajo mi hogareño techo de paja?
Cuando allí yacen en el barro empapado y la lluvia,¿llamándome lastimosamente, los rápidos y los muertos?
¡Me necesita, Cristo!
No es un sueño rosado eso que me atrae, esta costura bastante fútil.
Me sofoca Dios, ¿y debo sentarme y coser?
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más


Entradas Relacionadas

Como anillo al dedo
agosto 27, 2021
Destellos
abril 7, 2022