ShareTweetPin ItShare Duerme, camarada, duerme y descansa En este campo de los brazos aterrizados, Donde los enemigos ya no molestan, ¡Ni disparos de centinela! Has dormido antes en el suelo, Y comencé a ponerte de pie Al repentino rugido del cañón, O el redoble ritmo del tambor. Pero en este campo de la muerte Ningún sonido rompe tu sueño; Aquí no hay aliento febril Ninguna herida que sangra y duele. Todo es reposo y paz, Sin pisar yace el césped; Cesan los gritos de batalla, ¡Es la tregua de Dios! ¡Descansa, camarada, descansa y duerme! Los pensamientos de los hombres serán Como centinelas para mantener Tu descanso libre de peligro. Tus silenciosas tiendas de verde Cubrimos con flores fragantes Tuyo ha sido el sufrimiento La memoria será nuestra. Compartir:TweetCompartir en TumblrWhatsAppCorreo electrónicoMásImprimirPocketTelegramMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado ShareTweetPin ItShare