
Arando la tierra
Don Efrén, el viejo menos viejo del Potrero, enseñaba a su nieto a arar la tierra.
–Cuando estés arando -le aconsejó- nunca volvás la vista hacia atrás.
–¿Por qué? -le preguntó el muchacho.
-Primero -respondió don Abundio-, porque si no volvés la vista hacia atrás los surcos te saldrán derechos.
Se fue el año pasado, y con él nos fuimos también nosotros un poquito. Al hacer las cuentas de ese año que se fue, no volvamos la vista hacia atrás para mirar nuestras culpas de acción o de omisión.
Si lo hacemos, si nos ponemos a contemplar nuestros errores, nos saldrán torcidos los nuevos surcos que este nuevo año hemos de trazar.
Hagamos un sincero propósito de enmienda y sigamos arando; arando más y arando mejor.
Compartir:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Más


Entradas Relacionadas

Anzuelo
septiembre 14, 2020
Oscuridad
abril 4, 2022