
A puerta abierta
Que se cierre esa puerta que no me deja
estar a solas con tus besos. [… ]
Por razones serenas
pasamos largo tiempo a puerta abierta.
Y arriesgado es besarse
y oprimirse las manos, ni siquiera
mirarse demasiado, ni siquiera callar en buena lid…
Pero en la noche la puerta se echa encima de sí misma
y se cierra tan ciega y claramente,
que nos sentimos ya, vos y yo, en campo abierto
escogiendo caricias como joyas
ocultas en las noches con jardines puestos
en las rodillas de los montes, pero solos, vos y yo.
La mórbida penumbra enlaza nuestros cuerpos
y saquea mi ternura tesoro,
la fuerza de mis brazos que te agobian tan dulcemente,
el gran beso insaciable que se bebe a sí mismo.
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